Publicación de la galería de arte Atalante acerca de la exposición El Universo de Cervantes de Juan Pro en Madrid.

Hoy, en nuestra sección del ARTISTA DEL DÍA, también la dedicamos a Juan Francisco Pro Rodríguez y sus obras presentadas en la exposición «El Universo de Cervantes» en Atalante Galeria hasta el 30 de abril de 2016.

Crear una obra insigne, tan monumental como la de Miguel de Cervantes requiere de una biografía apasionante, pletórica de hazañas, aventuras, experiencias, y, obviamente del genio creador para saber plasmar y catalizar todos esos elementos en una obra cumbre. Consabido es el capítulo biográfico del autor de El Quijote como hombre armas y uno de los soldados cuyo arrojo presentó batalla frente a los Turcos Otomanos. Orgulloso de su gesta, según se decía, su narración es tan digna de narrarse como cualquiera otra de sus geniales ficciones, y es que, como todos sabemos, la realidad supera muchas veces a la ficción, no obstante, como en el caso de una ficción tan monumental como su obra, quizá sea mucho decir, pero concedamos que ésta es, cuanto menos, equiparable. Si todos conocemos la historia del Cervantes que perdió la movilidad de la mano izquierda, no será por casualidad o leyenda.

Juan Francisco Pro Rodríguez, es uno de los artistas más experimentadores de nuestra actual muestra cervantina. Consciente conocedor de la gesta real que hemos mencionado, no ha tenido necesidad de recurrir a la obra literaria para crear dos extraordinarias obras repletas del espíritu y la vida de nuestro homenajeado escritor. Inspirándose en los ecos de aquella batalla y mediante la técnica que el mismo autor denomina «Prometales», trabaja la lámina de zinc en el lugar que tradicionalmente se emplearía el lienzo, aunando, también, cobre, y agua, para generar, a partir del hidrolizado, más el óleo, sorprendentes resultados como las piezas Ensoñaciones de Cervantes y Soldado de Lepanto. En cada una de estas dos obras parece atestiguarse, siglos después, el restallar de los cañones, la pólvora del ambiente y la herrumbre de las armaduras de los multitudinarios ejércitos enfrentados en la batalla. En sus metálicas superficies queda atrapada la crudeza oscura y violenta de los hombres de armas del Siglo de Oro; ralladuras, rasgados, matices y sombras en perfecto pulimentado tan elocuentes como las más apasionantes páginas de un libro de historia.

Aquel tiempo en que el mismo hombre podía portar tanto la pluma como la espada, inspirado por las mismas motivaciones, queda inmortalizada ya para la posteridad, gracias a la búsqueda introspectiva de Juan Francisco Pro, cuya obra se forja en la nobleza del metal, para narrar y expresar con firme contundencia y solidez.