Juan Francisco Pro ha cedido al Instituto Bernaldo de Quirós una de sus obras, Lunas de Brasil, realizada en 2010 con la técnica del hidrolizado de cobre y zinc, una plancha de 41,3 x 65,5 x 3 cm, en la que la estabilidad de las líneas rectas contribuye a acentuar el movimiento de las curvas superiores, mostrando los efectos de la luz lunar en la inmensa noche brasileña, omnipresente y cambiante. A pesar de esa contención, el espectador percibe un potente dinamismo, de modo que la obra muestra cada vez nuevos aspectos y dimensiones. Las huellas del agua en el acero, que recuerdan las corrientes marinas, contribuyen a intensificar la impresión de movimiento. Lunas de Brasil transmite naturalidad, fluidez, parece como si se hubiera realizado sin esfuerzo, como si hubiera sido la huella de la acción de la naturaleza misma: la obra tiene alma. El título de la obra es una metáfora, pero remite a la experiencia de la diáfana noche brasileña, al espectacular colorido que revela la luz de la luna en las noches sin tormenta, un colorido que imposible de percibir durante el día.
El acto de cesión tuvo lugar en Peñaranda de Bracamonte, ante el memorial de las víctimas de la explosión del polvorín, una escultura de Juan Francisco Pro que ya se ha convertido en emblema de la ciudad.
Lunas de Brasil lleva una semana colgada al lado de obras de Chillida, Vaquero Palacios, Alejandro Mieres, Navascués, Antonio Suárez, y frente a un Viola y un Tàpies que no se ven en las fotos. En la misma sala hay un Manuel Calvo, un Úrculo y un Orlando Pelayo.
Más Información: